Sueño Onírico
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Sigue la historia...
Todo como menzó como si fuera un sueño.
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El cuerpo de la chica yacía dormido y en un instante recorrió por todo su cuerpo un calor que no supo controlar.
Se creó en ella un mundo a sus pies.
Con cada minuto que pasaba, ese calor que sentía se volvía cada vez, más y más intenso.
Su cuerpo que descansaba tranquilo encima de los árboles pronto se convirtió en llamas.
Y todo lo que la servía de colchón... pues simplemente se empezó a quemar.
Cada vez que soñaba, ocurría algo diferente.
Normalmente se embarcaba en aventuras increibles dónde ella siempre era la protagonista.
Pero este sueño... Era demasiado raro. No tenía a nadie a su alrededor.
Más bien parecía que todo se borraba del mapa, pero no.
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Debajo de esas llamás comprobó que se encontraban unas semillas.
Cálida y con mucha vida en su interior.
Pero debía de hacer algo.
El fuego iba a acabar con ellas y no podrían nacer y crecer fuertes.
Pensó. Lloro y gritó por la vida de esas semillas.
Comó lluvía cuando más se la espera le llegó una gran idea.
Ya que estaba en el sueño. Y ese sueño era suyo.
¿Y si me transformo ? - Pensó
Y con todas sus fuerzas imaginó que su cuerpo ahora en llamas se podría transformar en agua. Pero eso sería muy complicado.
Primero , comenzó a pensar que su cuerpo se alejaba de todo ese calor y que por su cabeza entraría todo ese frescor para poder salvar a su queridita semilla
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Se alejó de ese fuego que le consumía tanto por dentro y que estaba creando ese paraje desolador.
Poco a poco sus pensamientos se convirtieron en un océano de ilusiones y esperanzas.
La noche se vistió llena de claridad y entre las mas hermosas olas del mar su alma se quedó tranquila.
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Atrás quedó el fuego y el miedo.
EL oceano la trago en su interior y junto con los animales más delicados del oceano más tranquilo nado entre las corrientes de agua.
Pero como todos somos humanos.
La tranquilidad y el respirar debajo del agua no suelen ir tan acompañados...
Rápido ese agua tran cristalina y esos animales que estaban a su alrededor la engulleron sin dejar tiempo a nada más.
Sintió un vacio que la recorrió todo el alma. Se vio atrapada sin salida.
Vio que el tiempo se la acababa.
El oxígeno del agua se convirtió en ocuridad.
Las olas en incontrolable energía que se volvían giros a su alrededor.
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El fuego deja atrás sus malos pensamientos.
Pero las noches son oscuras y silenciosas.
Y lo peor de toda la oscuridad son las sombras que aparecen por cualquiera de los lados oscuros.
Tras ese mal moemnto. Ahora se encuentra dentro de una de las calles de la ciduad.
No hay gente por la calle, pero parece que las piedras la engañan y vigilan.
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Y el tiempo se la echaba encima.
En su interior quería regresar a ese espacio dónde los arboles quedaban negros del fuego.
Dónde aun sintiendo dolor por esa pequeña semilla estaba a salvo.
Pero el fuego lo vuelve todo gris y negro.
Y ya no tenía tranquilidad.
Todo se convertía en fuego .
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Los pensamientos, cuando se vuelven complicados son difíciles de manejar.
Al igual que es difícil manejar los sueños.
Ella caminó por sus calles de sueños y tuvo miedo.
No se sentía segura por las caras que la acechaban en la oscuridad de esa ciudad tan
Las noche pasaba, y con ella las calles de esa ciudad.
Poco a poco las sombras de las personas se disiparon y se llenaron de otras viditas más pequeñas.
Los gatos vigilantes de la ciudad.
Esas pequeñas almas que viven entre nosotros y que tan solos y fríos se pueden sentir.
Solos en las noches oscuras se mueven sin temor a nada.
De ellos saco la valentía.
Se sintió uno con el universo.
Se sintió en paz.
En ese nuevo paisaje alejado de la ciudad encontró lo que tanto buscaba.
Y se sintió en paz.
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Esa valentía la llevo nuevamente a sentirse serena y en paz.
Esa serenidad se convirtió en otro paisaje.
Y ese paisaje la tranquilizó
La naturaleza crece dentro de ella.
Los arboles se transforman y la crean un pasillo.
A sus pies comienzan a brotar pequeñas plantas.
Parece que su pequeña tierra en llamas comienza a dar frutos.
La tierra. Ya de nuevo con plantas la hace girar en una loca espiral.
El universo la envuelve.
Cada parte de su sueño se comienza a desdibujar.
Ya es la hora de despertar.
Y enfrentarse al mundo real.